Reseña Histórica.

 

A inicios de los años sesentas, surgió la necesidad de obtener agua potable para los primeros pobladores de Bijagua. Fue entonces cuando aproximadamente en 1965, unidos por la necesidad común localizaron el actual naciente Bijagua 1 en ese entonces conocidos como naciente Jara y con todas sus limitaciones pero con gran esmero lograron construir la primera captación e instalar las primeras tuberías de conducción 100mm y 62 mm y distribución de 50 mm, 38 mm y 25 mm hasta el pueblo. El sistema fue administrado por un comité administrador del acueducto rural, Juramentado por la Asociación de desarrollo Integral de Bijagua.

 

Con el pasar de los años y aproximadamente en 1985 debido al gran crecimiento demográfico del centro de Bijagua, la población opto por extenderse a las zonas altas de la zona, áreas de actividades agrícolas y ganaderas que no contaban con el liquido vital, por otro lado, el sistema ya existente, que a pesar de poseer una fuente con cantidad y calidad de agua no podía solventar el problema en el momento debido a la diferencia de nivel de la misma con las zonas en crecimiento.  Siempre unidos y con el carácter emprendedor del Bijagueño, se inicio la búsqueda de una fuente de agua potable que proveería del liquido a los nuevos poblados.

 

Luego de intensas búsquedas en las faldas del Volcán Tenorio, el señor Guillermo Esquivel Ortiz, quien poseía una finca al pie del volcán, había realizado un sobrevuelo con avioneta  en mencionado Volcán, y este logro localizar a 6 kilómetros de su finca un excelente naciente, el cual por medio de resolución numero 1664 del 1 de abril de 1981, en la cual le otorgaban la concesión  para el uso del agua del naciente en mención. Debido a muchos inconvenientes que tuvo el señor Esquivel con el transporte del agua hasta su finca, se llego a un acuerdo en que el naciente fuera aprovechado por la comunidad e iniciar un proyecto titánico en eses momento de construir un acueducto nuevo para la zona alta de Bijagua, proveniente de lo que hoy conocemos como naciente el Roble (Foto …. ), rodeado y protegido por la majestuosidad del Parque Nacional Volcán Tenorio. Fue entonces en donde el comité inicio la búsqueda de ayuda y fondos para la realización del proyecto. El AyA extendió la mano a esta comunidad y con el aporte de materiales y tubería así como de maestro de obras, inicio la construcción del nuevo acueducto con aporte en horas trabajo de todos los futuros beneficiarios del sistema.  Los materiales se subían en carreta hasta donde llegara, luego a caballos y mulas, hasta llegar arriba (1380 msn) a hombros de los vecinos de la zona, así también se subió la tubería de 100 mm y 75 mm instalada en el sistema. A finales de 1989  ya se disfruta del nuevo sistema de abastecimiento el Roble, solventando las necesidades de la zona y con una proyección de 20 años de servicio.

 

Con la disponibilidad de agua potable en todas estas zonas, se acelero el crecimiento poblacional y comercial de la comunidad de Bijagua, y sumado a la ausencia de hidrómetros se comenzó a notar problemas de abastecimiento del servicio; por tal razón alrededor del año 2000, se iniciaron gestiones para un fortalecimiento del acueducto Bijagua, naciente Bijagua.  Por medio de la Asociación de Desarrollo Integral de Bijagua se logro obtener la aprobación de un proyecto con la Unión Europea y el BCIE, el cual se desarrolló a mediados del año 2010, en el cual se captó un nuevo naciente (Bijagua 2), se construyó un tanque de almacenamiento de 100 m3 y se instaló tubería de distribución de 150 mm hasta el centro de la comunidad, el cual dio un gran urgido respiro al sistema de abastecimiento de agua potable de la comunidad de Bijagua.

 

En el mismo año 2010 y luego de tres intentos fallidos, se logra constituir por primera vez la ASADA Bijagua, pero es hasta el 11 de febrero del 2011 en que logramos iniciar nuestro trabajo de administración del acueducto como tal, debido a los trámites de inscripción legal.

 

Hoy día trabajamos día a día para mantener el gran esfuerzo de todas estas personas fundadoras de nuestros sistemas y por tal de nuestra comunidad; y es por ello que construimos una ASADA que como administrador del recurso hídrico constantemente amplía sus horizontes, soñando y trabajando por mejorar no sólo la prestación del servicio actual, sino, con la mirada fija en garantizar un servicio de calidad y cantidad para las generaciones venideras.